Los adultos miden entre cuarenta y noventa centímetros de longitud. Los machos son considerablemente más pequeños. El color dorsal puede ser marrón claro, pardo-grisáceo o gris-amarillento. Presenta una hilera dorsal de manchas marrón oscuro. Sobre los laterales presenta una hilera de manchas pequeña.
Con su hocico respingado es muy hábil excavando largas galerías y madrigueras para refugiarse tanto de sus predadores como del calor del sol. El sentido de olfato le permite encontrar sapos enterrados, lagartos, serpientes, y huevos de reptiles; también come pájaros y roedores pequeños.
La serpientes de hocico de cerdo orientales prefieren las zonas con suelos secos y sueltos, pero se pueden encontrar en una gran variedad de hábitats, desde bosques de pinos o bosques de hoja caduca a praderas. Han llegado a vivir durante 11 años en cautiverio, pero el tiempo que viven en la naturaleza es desconocida.
Esta serpiente se hace la muerta. Primero, se tira con el vientre hacia arriba, se contonea como si estuviera dolorida y luego regurgita (vomita).
Luego se hace la «muerta» al permanecer acostada y quieta, a la espera de que el atacante se marche.