Editorial por Paulo Cuéllar «El estilo de vida desbocado y el retorno a la tranquilidad»
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La misma adrenalina que poseemos, repetidamente nos conduce a la epístola del consumismo infrenable, a la consagración del capital y los bienes materiales y a la búsqueda de la felicidad individual. Y esta condición, enciende la necesidad de que las personas que habitamos en la metrópoli, vivamos muy de prisa, convirtiendo nuestros hogares en hoteles de paso, llegando a dormir y a ducharnos.